miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un Día como hoy 07 de Noviembre

1810 
Batalla de Suipacha 
El general Antonio González Balcarce venció a las tropas realistas, transformando a esta batalla en la primera victoria de la Revolución. 



Brigadier General

Antonio González

 Balcarce


Buenos Aires
 24 de Junio de 1774

*

Buenos Aires
5 de Agosto de 1819


El Brigadier General don Antonio González Balcarce, militar y político argentino nació, en la ciudad de Buenos Aires el 24 de Junio de 1774. Era hijo del militar  Francisco González Balcarce y de María Victoria Martínez de Fontes y Bustamante, hija de quien fuera gobernador de Paraguay. Se inició en la carrera de las armas, en los blandengues, a las órdenes de su padre Don Francisco Balcarce.

Guerrero de la independencia, participó en la defensa de Montevideo durante las invasiones inglesas de 1806, fue hecho prisionero en 1807 y llevado a Londres. Liberado en Europa, combatió en España, al lado de San Martín, contra las huestes napoleónicas y es ascendido por su desempeño en el campo de batalla a teniente coronel de caballería. Todos los ascensos los ganará peleando. 

Desde allí volvió a Buenos Aires, imbuido de las fuertes ideas combativas de libertad que se respiraban en Europa.


Su lucha ideológica

Como miembro de un sector social preocupado por los ideales de libertad, independencia y autogobierno, formó parte de la Logia Lautaro, donde junto al accionar de otros intelectuales, militares y estrategas de la época, contribuyó de forma invalorable a la causa independentista. Por ello se entiende que su principal interés estaba puesto en establecer gobiernos independientes en América Latina.

En el marco del ideario de la libertad americana, tomó parte en el movimiento revolucionario del 25 de Mayo de 1810. Después de la revolución de mayo, abrazó la causa patriota y fue destinado al Ejército del Alto Perú que tenía la misión de extender el movimiento independentista a aquellas tierras, dominadas por los realistas.
Su persona representa el federalismo y el respeto institucional, aún en la adversidad.

Su Accionar Militar y Político


El General Balcarce fue la figura militar al mando de la cuál se planificó la Primera Campaña del Alto Perú, que tenía como objetivo frenar el avance realista por la frontera norte de Las Provincias del Río de la Plata. Liberó a Córdoba y su población de la contra revolución que dirigía Santiago de Liniers. La orden de fusilar a Liniers no lo satisface pero la cumple. Se lo recuerda como héroe de la victoriosa batalla de Suipacha, librada el 7 de Noviembre de 1810, donde contó con la colaboración de Güemes y sus hombres, obteniendo de esta forma la primera victoria de la revolución.

Liniers y Balcarce

La llegada de Liniers al cargo de gobernador de Misiones se produjo el 6 de marzo de 1803, Cinco meses pasaron entre su designación por parte del virrey Joaquín del Pino y su arribo a la capital provincial situada en Candelaria.

Velasco llegó a Candelaria el 8 de octubre de 1804 y al otro día asumió en reemplazo de Liniers. Éste regresó a Buenos Aires en los primeros días de 1805, nadie podía imaginar que, tan sólo 18 meses después de su experiencia en la tierra colorada, se convertiría en el héroe del virreinato y en el hombre fuerte del Río de la Plata.

La principal preocupación de Liniers como gobernador de Misiones será la defensiva, ya que carecía de una organización militar para la zona, más allá de la tradicional movilización guaraní en tiempos de guerra. La descripción del gobernador es elocuente: tengo la “existencia de 160 armas de chispa en Candelaria, 75 en Concepción y 218 en Yapeyú, de las cuales pueden caracterizar de buen servicio no más de 50” (Lozier Almazán, Bernardo, Liniers y su tiempo, Emecé, Bs. As., 1989, p. 63), para defender todo el territorio y sólo 120 hombres veteranos y un único oficial. El solitario oficial con el que contaba la defensa del territorio era Antonio González Balcarce.

Suipacha

El 27 de octubre, las fuerzas revolucionarias se vieron obligadas a retirarse de Cotagaita en dirección a Tupiza sin ser perseguidas por los realistas. El 5 de noviembre las fuerzas realistas comenzaron la marcha hacia Tupiza, luego de recibir a Nieto con 100 veteranos de los Granaderos Provinciales de La Plata provenientes de Chuquisaca y a Basagoytía con 350 hombres de las milicias de Puno y de Arequipa , por lo que al día siguiente Balcarce desalojó la localidad de Tupiza, que fue ocupado al día siguiente por 1.200 realistas, y se situó en Nazareno el 6 de noviembre, ubicado sobre el río Suipacha frente a la población de Suipacha, en donde recibió por la noche un refuerzo de 200 hombres con dos piezas de artillería, junto con municiones y la paga de las tropas. Córdoba había recibido informes falsos sobre la moral combativa de las fuerzas de González Balcarce, convenciéndose de que marchaban descontentos y mal armados y por lo tanto sería relativamente fácil dispersarlos, tampoco se había enterado de la llegada de refuerzos con municiones y cañones.

El Ejército del Norte tenía inferioridad numérica, 800 realistas con 4 cañones contra 600 patriotas con 2 cañones. Formaban parte del ejército realista de observación los veteranos del Real Borbón y del Cuerpo de Voluntarios del Rey, éste al mando del capitán José Fernando de Fontaneda, que habían partido de Buenos Aires en 1809 para reprimir las sublevaciones del Alto Perú y que luego formaron el Batallón Fernando VII.
El 7 de noviembre la vanguardia realista tomó contacto visual con las tropas de Balcarce, éste había ocultado gran parte de su infantería y artillería entre los cerros y quebradas vecinas.

Situados frente a frente sin atacarse hasta las 3 de la tarde, González Balcarce se impacientó e ideó un plan para forzar a Córdoba a atacarlo, para eso hizo adelantar 200 hombres sobre la playa del río y con dos cañones abrió fuego, lo que dio inicio al enfrentamiento cuando Córdoba destacó algunas fuerzas de guerrilla. González Balcarce desplegó más tropas y Córdoba envió batallones para reforzar a sus guerrillas abandonando sus posiciones seguras. González Balcarce ordenó simular una retirada en aparente desorden, haciendo caer en la trampa a Córdoba, quien dio la orden de perseguirlos con todas sus tropas hasta las proximidades de la quebrada de Choroya. Allí las fuerzas de González Balcarce que en apariencia huían, giraron para enfrentarlos, mientras las tropas de infantería y la artillería que estaban ocultas entre los cerros aparecieron bruscamente, emboscando a los realistas, quienes se dieron a la fuga arrojando banderas, armas y municiones, siendo perseguidos por tres leguas.

La batalla duró media hora y concluyó con una fácil victoria para los revolucionarios ya que los realistas abandonaron el campo de batalla en fuga, dejando la artillería. Fueron tomados 150 prisioneros realistas. La aparición de indígenas para observar la batalla desde los cerros hizo pensar a Nieto que se trataban de fuerzas de refuerzo y se precipitó en fuga sin esperar el resultado de la batalla.

En la batalla, junto con las tropas provenientes de Buenos Aires (275 combatientes), participaron, salteños, jujeños, oranenses, tarijeños, cinteños y la caballería chicheña de Tupiza, comandada por el coronel Pedro Arraya. Martín Miguel de Güemes, quien estaba al frente de los salteños fue posteriormente a la batalla (ya en Potosí) despojado de su rango militar por desavenencias con Castelli y devuelto a Salta, mientras que sus tropas fueron incorporadas al Ejército del Norte. Las evidencias históricas señalan a Güemes como el ejecutante de las acciones de Suipacha, sin embargo Castelli no lo menciona en el parte de batalla.

El ejército realista que luchó en Suipacha sufrió una completa derrota, perdió sus 4 cañones, sus tiendas de campaña, armas, municiones, 10.000 pesos en plata, víveres y se desintegró por completo.

El triunfo de Suipacha tuvo un fuerte efecto moral, los jefes realistas del Alto Perú perdieron todo su prestigio, que se vio reflejado en el pronunciamiento de las ciudades de Potosí el 10 de noviembre apresando a su gobernador Paula Sanz.

En Chuquisaca, la noticia llevada por jinetes Chicheños conmovió a la gente, que se adhirió a la junta de Buenos Aires. La noticia tuvo el mismo efecto en Cochabamba, donde alentaron a Rivero, Arze, Guzmán Quintón y otros que se levantaron el 14 de septiembre. Esteban Arze consiguió el triunfo de Aroma el 14 de noviembre.

En el momento de la batalla Juan José Castelli se hallaba en Yavi, desde donde el 8 de noviembre informó a la Junta sobre la victoria, redactando dos días después en Tupiza el parte completo, llevado a Buenos Aires por el mayor de patricios Roque Tollo.

En La Gazeta del 3 de diciembre, parafraseando al virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa, se pudo leer:

(...) que el americano nacido para vegetar y vivir en la oscuridad, (...) [excedía a los militares de España], donde por virtud del nuevo gobierno, se ha enseñado la táctica de fugar, manchando la memoria de nuestros abuelos y héroes de la milicia que ahora nosotros queremos renacer (...)

Una de las dos banderas tomadas fue enviada a Buenos Aires con una nota de Castelli que decía:

A fin de que V. E. la destine a la sala del rey D. Fernando, con las que adornan su retrato.


La Junta autorizó a todos los comandantes victoriosos en Suipacha, a llevar en el brazo derecho un distintivo con la inscripción:


La patria a los vencedores de Tupiza

Este distintivo se utiliza aun hoy en el uniforme de gala de las tropas del Regimiento Dos (RI2) de infantería del Ejercito Argentino con actual asiento en la Ciudad de Córdoba Argentina.

Cumpliendo órdenes de Buenos Aires y como castigo por la represión de 1809 en las rebeliones de Chuquisaca y La Paz, los jefes realistas José de Córdoba, Vicente Nieto y Francisco de Paula Sanz, hijo del Rey Carlos III de España,   fueron capturados en Potosí y ejecutados.

A González Balcarce le valió los galones de brigadier y la confianza para avanzar hacia el río Desaguadero, límite del virreinato en la época colonial.
 
El 5 de Abril se desarrolló la primera revolución popular de esta tierra, se la denominó de los orilleros porteños. Entre sus peticiones estaban:

1) Expulsión de Buenos Aires de todos los españoles europeos de cualquier clase y condición que no hayan acreditado de un modo público, apoyar al nuevo orden.
 2) Separación de los empleados civiles y militares –sin sueldos ni retiros- que no estén identificados con el proceso revolucionario.
 3) Cese de los sueldos que hasta entonces se pagaban a personas separadas o retiradas por no haber merecido confianza al gobierno.
 4 ) Contribución pecuniaria por parte de quienes se confinen,  hasta que se consolide el tesoro.
 ...

11) Que no se elija ningún miembro para integrar el gobierno, sin el voto del pueblo.
...
15) Que mantengan el grado de brigadier exclusivamente Cornelio Saavedra y Antonio Balcarce, debiendo recogerse los demás otorgados hasta que el Congreso General resuelva dar otros.
...
17) Que las fórmulas presentadas no podrán cambiarse sin el voto del pueblo, hasta que se publique la Constitución que haga el Congreso General.
18) Juzgamiento a los individuos que cometan crímenes, por el gobierno y por las Leyes en vigor, debiendo adoptarse igual criterio con los que hayan sido hechos anteriormente y que permanezcan impunes.

La revolución de los orilleros demostró un  cariño y respeto sincero que bien se supo ganar el Brigadier General.

Fue Gobernador intendente de Buenos Aires en 1813 y gobernador de Buenos Aires (1814). Director Supremo interino en 1815; y director provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata (1816).

El 9 de julio de 1816 mientras se gritaba "Libertad e Independencia" en la ciudad de San Miguel de Tucumán, Balcarce y Pueyrredón intercambiaban sus funciones en el cargo de Director Supremo.

Se podría decir que: Balcarce fue el último Director Supremo de política federal. Durante su gestión representantes de Salta, Catamarca, Buenos Aires, Chibchas, Jujuy, Córdoba, Mendoza, Santiago del estero, Mizques, Charcas, La Rioja y San Juan representaron al pueblo y atendieron las cuestiones públicas. Su sucesor ordenó el inmediato traslado del congreso a Buenos Aires y la reducción de las autonomías provinciales.

Destinado al ejército de los andes, sirvió como segundo comandante a las órdenes de San Martín, combatió en varios enfrentamientos en Chile, incluyendo Cancha Rayada y Maipú, antes de que su enfermedad lo obligara a regresar a Buenos Aires, donde murió poco después de haber sido designado nuevamente jefe del Estado Mayor.

Resaltan los cronistas chilenos:"Después de la batalla de Maipú se celebra una misa en la Catedral de Santiago para bendecir las armas patrias. A la ceremonia están invitadas las personalidades políticas sociales de la ciudad y los jefes militares. Balcarce es uno de los invitados de honor, pero envía una nota diciendo que no podrá asistir porque la única camisa que tiene está rota y no está en condiciones de comprarse una nueva. El gobierno chileno había ordenado le fuese entregado dinero para que adquiriese con urgencia el vestuario necesario, pero el militar, pensando en la extrema pobreza del tesoro público declinó aceptar el obsequio."

Después de batalla de Maipú, gran parte de las tropas realistas se retiraron al sur, donde organizaron guerrillas que hostilizaban distintos puntos de la región, lo que movió a la organización de un ejército de patriotas que ocupó con alrededor de tres mil hombres el territorio entre Santiago y Parral. Estas fuerzas se pusieron al mando del Brigadier General  Antonio González Balcarce, quien llegó a Chillán el mes de enero de 1819. Este Ejército tuvo una sola acción militar y triunfo, un duelo de artillería con los realistas a través del Bio Bío.

Por su enfermedad, debió regresar a Buenos Aires, donde fue designado nuevamente jefe del Estado Mayor, pero poco después falleció, a los 45 años, en su ciudad natal el 5 de Agosto de 1819. Sus restos mortales descansan en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo (junto a Manuel Belgrano) en la ciudad de Buenos Aires.

Dejó cuatro hijos: Mariano, que contrajo enlace con la hija de San Martín, Merceditas; Avelina, que militó en la resistencia contra Rosas; Florencio, destacado como poeta, y María Magdalena, que murió soltera en París en 1902. Ocho meses después de su muerte nació Máximo, hijo póstumo que murió en la infancia.

 

Haciendo historia más allá de la vida


San Martín y Balcarce tuvieron un vínculo de amistad fraterna que trascendió sus vidas.

Mercedes San Martín nació en Mendoza, fruto del matrimonio del general libertador con María de los Remedios de Escalada , hija de una familia muy respetada de Buenos Aires, quién moriría a los pocos años, sin poder ser acompañada por su esposo debido a trabas puestas por el presidente Bernardino Rivadavia quien no quería que el correntino entrara en la ciudad. En 1824, luego de la guerra de independencia, el general José de San Martín se exilió permanentemente a París, Mercedes lo acompañaría en este viaje. Sin embargo, debido a las agitadas revoluciones que ocurrían en ese país, la familia decidió trasladarse a un pueblo más retirado, siendo el lugar elegido Boulogne Sur Mer. Allí enfermaron ambos de cólera, ante lo que fueron atendidos por el doctor argentino Mariano Severo Balcarce. Ese mismo año, la hija del general se casó con él, teniendo dos hijas: Josefa Dominga Balcarce y María Mercedes Balcarce.

Mariano Severo Balcarce  (Buenos Aires, 1807 – Brunoy, 1885), hijo del General Antonio González Balcarce  y de Dominga Francisca Bouchardo, fue un diplomático y médico argentino. 

Luego de la muerte de su padre, y con el retiro de Mariano de la diplomacia, la familia Balcarce se mudó a Brunoy, (cercanías de París). Mercedes moriría allí a la edad de 58 años. En 1951, su cuerpo, como el de su esposo y su hija mayor, fueron repatriados y ahora yacen en la Basílica de San Francisco, en Mendoza.

BIBLIOGRAFIA
ANTONIO M. DEMARIA, Perfiles Históricos, Bs. As., 1887.
JOSE J. BIEDMA, Biografía del Brigadier General de los Ejércitos de la Patria, Don Antonio González Balcarce, Bs. As., 1919.
JACINTO R. YABEN, Los Balcarce, Bs. As., 1943.
OSCAR F. URQUIZA ALMANDOZ, Los Directores de Estado de 1816, en Cuarto Congreso Internacional de Historia de América, Bs. As., 1966.
FUED GABRIEL NELLAR, Reseña Histórica de la Infantería Argentina, Bs. As., 1969.
LEON REBOLLO PAZ, Familias próceres argentinas. En Revista Historia, Bs. As., Año XII, enero-marzo 1967, Nº 46.

INTERNETAportes varios.
CONSULTORA ENTWERFEN, Escritos y aportes  a la investigación. 

Consultora Entwerfen
Salta  * Argentina
Email:  info@entwerfen.com.ar * Teléfono Móvil: +54 (387) 156 - 836305

1947 
Día del Canillita 
Se conmemora en homenaje al dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez, fallecido el 7 de noviembre de 1910. 

1980 
Muere en Buenos Aires el pintor Vicente ForteIntegró inicialmente el Grupo Orión, de tendencia surrealista. Se aproximó más tarde a la pintura abstracta y también al expresionismo. Nació en Lanús (provincia de Buenos Aires) el 4 de abril d
VICENTE FORTE
 
Eatrás
FVOLVER
Gavanzar
e 1912. 

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