martes, 22 de noviembre de 2011

Un Día como hoy 22 de Noviembre

Día de la Música 

22 de Noviembre
Día de la Música

En el año 1594 Santa Cecilia fue nombrada patrona de la música por el Papa Gregorio XIII y, a través de los siglos, su figura ha permanecido venerada por la humanidad con ese padrinazgo. Su fiesta es el 22 de noviembre, fecha que corresponde con su nacimiento y que ha sido adoptada mundialmente como el Día de la Música. El padrinazgo de la música le fue otorgado por haber demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música.
Santa Cecilia(Patrona de la Música)
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1859 
Nace en Buenos Aires la primera médica argentina, higienista y educadora Cecilia Grierson. Falleció en Capital Federal el 10 de abril de 1934. La escuela de enfermeras que fundó lleva su nombre.

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Cecilia Grierson fue la primera médica argentina, graduándose el 2 de julio de 1889 en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, a los 30 años.
Completó su carrera en el plazo normal de seis años. Durante su transcurso fue Ayudante del Laboratorio de Histología, al tiempo que realizaba la práctica hospitalaria en la Asistencia Pública. Incluso antes de recibirse en 1886, fundó la Escuela de Enfermeras del Círculo Médico Argentino. Apenas recibida se incorporó al Hospital San Roque (luego Ramos Mejia) dedicándose a la ginecología y obstetricia. En 1891 fue uno de los miembros fundadores de la Asociación Médica Argentina. En 1892 colaboró con la realización de la primera cesárea que tuvo lugar en la Argentina y dos años depues, en 1894, se presentó en el concurso para cubrir el cargo de profesor sustituto de la Cátedra de Obstetricia para Parteras. El concurso fue declarado desierto, porque en aquellos tiempos las mujeres todavía no podían aspirar a la docencia universitaria.
La actividad de la doctora Cecilia Grierson fue intensa e ininterrumpida hasta su fallecimiento, el 10 de abril de 1934. En 1892 fundó la Sociedad Argentina de Primeros Auxilios. En 1897 publicó 'Masaje Práctico', un libro precursor de la técnica kinesiologica y pese a la inhibición que recaía sobre las profesionales médicas de su sexo, de alguna manera ejerció la docencia universitaria, dictando cursos sobre 'Gimnasia Medica y Kinesioterapia' en la Facultad de Medicina (entre 1904 y 1905) y desempeñándose como adscripta a la Cátedra de Física Médica y Obstetricia. En 1899 viajó a Europa para desempeñar en Londres la vicepresidencia del Congreso Internacional de Mujeres y luego realizar, durane cinco meses en Paris, cursos de perfeccionamiento en Ginecología y Obstetricia . Antes de regresar a la Argentina visito clínicas y establecimientos hospitalarios de renombre en Viena, Berlin y Leipzig.
En 1900 fundó el Consejo Nacional de Mujeres y la Asociación Obstétrica Nacional. Diez años después, presidió el Congreso Argentino de Mujeres Universitarias y se destacó en la Comision de Sordomudos del Patronato de la Infancia y en numerosos cargos y misiones que le encargaran las autoridades.


Al final de su vida, Cecilia Grierson sufrió la pobreza y debió sobrevivir con una magra jubilación. Sin embargo, eso no fue obstáculo para que donara al Consejo Nacional de Educación, poco antes de morir, su propiedad en la localidad de Los Cocos (Córdoba) donde luego se construyó la Escuela Nro 189 que lleva su nombre.

Autor: Grierson, Cecilia
Título: Histero-ovariotomias efectuadas en el Hospital de Mujeres desde 1883 a 1886.
Fuente: Buenos Aires; s.n; 1889. 136 p. ilus. (6572).
Tesis: Presentada la Universidad Nacional de la Capital. Facultad de Ciencias Médicas. Para optar al grado de Doctor en Medicina y Cirujia (sic).
Localización: 6572

Disponible en PDF

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1875 
Nace en Montevideo (República Oriental del Uruguay) el notable actor dramático, escultor, pintor y músico Pablo Podestá, que representó memorables papeles en "La piedra de escándalo"; "La montaña de las brujas" y "Muerte civil". Falleció en Buenos Aires el 26 de abril de 1923. 

Pablo Podestá
(22 de noviembre de 1875 - 26 de abril de 1923)
Nombre completo: Podestá, Pablo Cecilio
Seudónimo:
Músico y actor
ctor.
Era el hermano menor de los Podestá, la gran familia artística dirigida por José Podestá (Don Pepe o Pepino el 88), fundadora del teatro criollo.
Desde pequeño aprendió todos los secretos del circo y a los ocho años ya era un mimado del público por sus exhibiciones acrobáticas.
Cuando su hermano y guía, Pepe, decidió formar compañía, transformóse en actor, y al lograr hacerse un nombre como tal formó la propia, estrenando en su larga carrera los mejores dramas de Florencio Sánchez y otros grandes autores criollos de la época.
Los que lo vieron actuar aseguraron que no tuvo rival en la escena y lo recordaron siempre como el más grande de nuestros actores.
De oído tocaba guitarra, violín y violoncello, y por intuición componía música que llevaba al papel su hermano Antonio.
Fue cantor, escultor y pintor, escribiendo también un drama, "Miseria", que él mismo representó. En la época del cine mudo argentino, filmó películas.
Estando en Rosario, año 1919, evidenció los primeros síntomas de la locura que lo alejó del teatro y llevóle a la tumba cuatro años después.
Tanto Carlos Gardel como José Razzano, fueron grandes amigos suyos y en ese año 19 al realizarse una función de homenaje a su beneficio en el teatro "Avenida", intervinieron con sus voces junto a los mejores artistas de ese tiempo.
En el libro "Vida de Carlos Gardel", páginas 114 y 115, puede leerse una interesante anécdota relatada por Razzano y que tan bien describe la pluma de García Jiménez: "A poco tiempo de ese gran homenaje a Pablo Podestá, tuve que internarme en un sanatorio donde me hicieron una delicadísima operación quirúrgica en la garganta. Ya convaleciente -pero sujeto a restricciones muy severas; entre ellas, la prohibición de hablar "Gardel solía venir a buscarme los días de sol para hacer un corto y silencioso paseo. La casa de salud donde Pablo estaba recluido era cercana al sanatorio, y, en uno de dichos paseos, al pasar por su puerta, nos encontramos con Pepe y Antonio Podestá que iban a visitar a su pobre hermano. «Muchachos -dijeron-. Vengan con nosotros a verlo...» Gardel les explicó mi estado. Ellos insistieron. Entramos. En qué milagroso instante de lucidez hallamos a aquel querido e infeliz amigo, inolvidable puntal de nuestros primeros triunfos. Nos reconoció, abrazándonos en forma conmovedora. -«¡Canten! ¡Canten!... -nos pedía».
Gardel le hizo comprender que yo no podía ni hablar. -«¡Cantá vos, Carlitos!... -le dijo-. Cantáme "Amargura"...» Trajo su violoncello del que nunca se separó y sin una vacilación le acompañó a Gardel el estilo. La voz de Carlos se quebraba en sollozos. También las cuerdas del violoncello. Nosotros, escuchando, conteníamos los nuestros. Pero el semblante de Pablo estaba transfigurado en un éxtasis dichoso, porque una luz reminiscente rasgaba los velos de la locura."
Gardel y Razzano interpretaron desde sus comienzos el estilo "La Piedra del Escándalo", que él compuso para cantar las décimas de Coronado que figuran en el segundo acto del drama de ese nombre del año 1902 y que tanta resonancia lograron en el público. ("Sobre el alero escarchado, encontré esta madrugada...".)
Su sobrina, la gran actriz Blanca Podestá dijo que ese estilo lo conservaron en su repertorio dichos cantores aún formado el dúo. Pena grande que no lo grabaran.
Pablo Podestá nació en Montevideo (Uruguay) el 22 de noviembre de 1875 y falleció en Buenos Aires el 26 de abril de 1923.
(Véase Coronado, Martín.)
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1919 
Muere en Buenos Aires el perito, geógrafo, antropólogo y naturalista Francisco P. Moreno, primer hombre blanco que llegó al lago Nahuel Huapi. Sus peritajes en límites chileno-argentinos ganaron grandes extensiones para nuestra soberanía. Nació en Buenos Aires el 31 de mayo de 1852. 





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1942
Día de la Flor Nacional: El Ceibo 

22 de Noviembre
Día de la Flor Nacional
"El Ceibo"
La flor de ceibo, también denominada seibo, seíbo o bucaré, fue declarada flor nacional argentina por Decreto del Poder Ejecutivo de la Nación Nº 138474/42 (23 de diciembre de 1942). Es un árbol originario de América, especialmente de Argentina (zona del litoral), Uruguay (donde también es flor nacional), Brasil y Paraguay. Crece en las riberas del Paraná y del Río de la Plata, pero también se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas. Pertenece a la familia de las leguminosas. No es un árbol muy alto y tiene un follaje caduco de intenso color verde. Sus flores son grandes y de un rojo carmín. Su tronco es retorcido. Sus raíces son sólidas y se afirman al suelo contrarrestando la erosión que provocan las aguas. Su madera, blanca amarillenta y muy blanda, se utiliza para fabricar algunos artículos de peso reducido. Sus flores se utilizan para teñir telas.



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1991 
Fallece en Resistencia (provincia del Chaco) el poeta y profesor Alfredo Veiravé. Se especializó en literatura hispanoamericana, sobre la que dictó cursos en nuestro país y en el exterior. Es autor, entre otras obras, de "El alba, el río y tu presencia"; "Después del alba, el ángel"; "El ángel y las redes" y "Destrucciones y un jardín de la memoria". Aunque radicado por largos años en Resistencia, nació en Gualeguay (provincia de Entre Ríos) el 29 de marzo de 1928. 

Alfredo Veiravé

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PALABRAS PRELIMINARES
ADIÓS AL POETA ALFREDO VEIRAVÉ
la muerte echó los dados
y la profundidad de los cielos exulta
por la noche que sobre mí se desploma
Georges Bataille
Estimado Alfredo:

Si le dijese que tengo el corazón hecho pedazos seguramente me contestaría con su habitual sentido del humor: “Para esa desazón del alma suya le mando un beso del próximo verano”.

Pero como ya no habrá próximo verano para usted, se lo diré de otro modo porque estamos desolados por su partida (aunque un poeta nunca se marcha del todo), y andamos por la ciudad aún atontados por la noticia (con el corazón hecho pedazos).

Porque leo y releo su carta fechada “19 de nov. 91” (que todavía late), y me apena pensar que nunca más podrá mantener ese diálogo poético entre poetas que, según Heidegger, es el auténtico coloquio con la Poesía, tal como lo vivió este último octubre (sin presagios) en el VI Encuentro de Poetas del Mundo Latino en México D.F., con “esas felicidades que se llaman Octavio Paz, Juan Gelman, Alvaro Mutis y Gabriel García Márquez” (ese poeta de la novela, pues ¿qué menos es “Cien años de soledad”?). O en Mendoza, leyendo con sus amigos Alejandro Nicotra, Horacio Castillo, Raúl Aráoz Anzoátegui, Jorge Calvetti y Horacio Armani. Encuentros de los cuales salió “rejuvenecido por sentir la Poesía como Fuente de Juvencia”.

Porque le había preparado otra respuesta en clave de humor pero usted ya no está en Resistencia dudando entre un Klee o un Marx Ernst para la tapa de su “Laboratorio Central” (aunque su presencia sigue ocupando el nítido espacio de siempre).

De todas maneras le cuento que esa respuesta (cruel ironía) la escribía en la serena madrugada del 22 de este noviembre ensombrecido. Y digo serena ya que para mí las noches no tienen el mismo significado que para Alejandra (obviamente, ellas tampoco me contienen con idéntica magia), pues en muy pocas oportunidades fui expresamente invitada a “ir nada más que hasta el fondo”, quizá porque si “la rebelión consiste en mirar una rosa / hasta pulverizarse los ojos”, prefiero usar el velo de la mansedumbre debajo del cual se consigue un efecto parecido pero ubicado en una coordenada diferente, por lo que termina resultando sencillo estar de acuerdo con Artaud cuando proclama la buena salud mental de Van Gogh frente a una sociedad deteriorada, cuya conciencia enferma tiene el máximo interés en no salir de su enfermedad. Aunque, en los días que corren, es posible hablar lisa y llanamente de “conciencia retorcida”.

¿Qué otra razón más valedera podríamos encontrar para entender la tremenda soledad de la poesía si “Ella”, como la llamó Juanele, es la que “anuda hilos entre los hombres”, aunque “no busca nunca, no, ella…/ espera, espera, toda desnuda, con la lámpara en la mano, / en el centro mismo de la noche”. Si Ella es la experiencia profunda del misterio, como señala Juarroz.

Y si es el poeta quien, en definitiva, revela porque se rebela ante la oscuridad del paso de los días, expresado en un aturdido y confuso correr entre la luz del sol y la luz artificial. Si es él el que siempre demuestra su valor haciendo altos para internarse en la propia oscuridad buscando esa llama intransferible, que es la única que redime porque nos permitirá encontrar el muy angosto sendero que conduce al bello resplandor que se oculta detrás del temible y poderoso rostro de la muerte. Si es quien mejor comprende que “la cultura no es simplemente la suma de diversas actividades sino un modo de vida”, como bien dice Eliot.

En fin, voy a dar vuelta la página porque prefiero expresarle:

Gracias, Alfredo, por su poesía y por su constante trabajo en favor de la poesía, pues “alguna vez, no siempre, guiado por el radar / el poema aterriza en la pista, a ciegas / (entre relámpagos) / carretea bajo la lluvia, y al detener sus turbinas, descienden / de él, pasajeros aliviados de la muerte: las palabras”.

Gracias por su mano siempre tendida a todos aquellos que ponemos el alma para merecer el preciado titulo de Poeta.

Y, por último, gracias por tener dentro de usted tantas flores de lapacho que le enriquecieron la vida, como la poesía.
Ketty Alejandrina Lis
DATOS BIOBIBLIOGRÁFICOS
Nació en Gualeguay, Entre Ríos, 1928 y falleció en Resistencia, Chaco, el 22 de noviembre de 1991. Alfredo Veiravé fue un gran estudioso de la poesía de América Latina.
Libros publicados
  • El río y tu presencia, 1951
  • Después del Alba, el ángel, 1955
  • El ángel y las redes, 1960
  • Destrucciones y un jardín de la memoria, 1955
  • Puntos luminosos, 1970
  • El Imperio Milenario, Editorial Sudamericana, 1974
  • La máquina del mundo, Editorial Sudamericana, 1977
  • Historia natural, Editorial Sudamericana, 1980
  • Radar en la tormenta, Editorial Sudamericana, 1985, entre otros.
.

Alfredo Veiravé

POEMAS
MI CASA ES UNA PARTE DEL UNIVERSO
Los que la vieron dicen que la tierra
es una esfera en el espacio, un planeta
más bien pequeño
del tamaño del dedo pulgar de los astronautas.
Yo no lo dudo porque he visto las fotografías
y porque ahora estoy a casi medio planeta de mi casa.
Lo mejor de todo esto es que en ese pulgar
también mi casa es una parte del universo.
Cómo no serlo si en el patio del fondo
hay un filodendro de gigantes hojas y también gusanos bajo
    la tierra 
aptos para la pesca, y ahora que me acuerdo
el olor de los helechos contra la pared
la cara de Delfina o Federico entre los árboles
y aquel canario que se nos voló de noche.
de Puntos luminosos, 1970
TAMBIÉN LA POESÍA ES DESACUERDO CON EL MUNDO
Puede haber un cuervo
            en el subterráneo imperio de las sombras:
sin comparaciones obligadas él rechaza la palabra
                                "conocimiento"
como una prueba paciente de las fórmulas.
No sé tampoco por qué insistimos en perseguirla
                                                    con signos cuneiformes
o si somos acaso perseguidos por ella como un mar de adentro
en las despedidas de Odiseo
                                                o someternos. Al fin y al cabo
no somos antenas de la raza (pararrayos celestes) sino
    una poca cosa falsificadora
    suave en los instrumentos
corolarios innecesarios
    doctores de la vanidad personal
                    incompatibles con el mundo.
de La Máquina del mundo, 1977
YA NO HAY LUGAR PARA LA FRIVOLIDAD

Todos poseen un límite; las lecturas en el jardín
absorben el deseo de las plantas húmedas y el mundo visionario
había allí únicamente con algunos seres animados de ojos abiertos y profundos.
(Entre los helechos y los tiernos animales inocentes el espacio pasa
como un equilibrista que abre su sombrilla para no caer en el vacío.) Hay
diferentes formas de fracaso cuando el trapecista joven sufre el miedo
en las cárceles de la pesadilla,
aunque en el fondo sabe que los victimarios y los torturadores
se juntan en el infierno de la historia, y que las hojas caen sobre ellos
para convertirlos en tierra deleznable. Por eso canta ahora y mira
solamente hacia adelante/ no dará explicaciones de la vida: el cuerpo sabe
esquivar los dardos venenosos del rencor, quizás, una forma cerrada del amor
que no fue correspondido. A veces los límites se abren y comienza el vuelo;
entonces, ya no hay espacio para las frivolidades como saben
los que vuelven de la guerra, o del errático exilio (del poema).
de Radar en la tormenta, 1985
CALÍMACO (I)
Como en los epigramas de Calímaco dejo esta breve frase
entre los dientes del gato: no me lloréis
            y buscadme en el jardín en tardes como ésta
                            cuando
el verano está quieto como un felino embalsamado entre las hojas.
Yo fui y yo soy lo que pude mientras viví en la tierra.
Ustedes saben que esta urna funeraria guarda cenizas
de recuerdos felices y de palabras felices
    que me hicieron volar fuera del espacio en otro tiempo
que volverá
cuando los extraterrestres desciendan otra vez sobre Machu Picchu.
CALÍMACO (II)
Como en los epigramas de Calímaco dejo esta breve frase
entre los dientes de la antigüedad: buscadme en el 
                                                                    jardín
                                                                    de las sombras
y como consuelo pensad que yo atravesé al fin el túnel
y lo supe todo mientras llegaba a la luz del otro lado.
de Laboratorio Central, 1991

Los poemasMi casa es una parte del universo
También la poesía es desacuerdo con el mundo
Ya no hay lugar para la frivolidad
Calímaco I
Calímaco II

se publicaron en el nº 5 de Violín del diablo, dirigido por Manuel Ruano, en homenaje a Alfredo Veiravé.

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