domingo, 27 de noviembre de 2011

Un Día como hoy 26 de Noviembre

1903 
Nace Sebastián Piana en Buenos Aires, músico y compositor de temas populares como "Milonga triste", "Caserón de tejas" y "Milonga sentimental". Recreó y dio forma definitiva a la milonga porteña. Falleció en Buenos Aires, a los 91 años, el 17 de julio de 1994. 





Pianista, director, compositor y docente.
Nació en Buenos Aires el 26 de Noviembre de 1903 en el barrio de Almagro, en el hogar de una familia de inmigrantes italianos.
Su padre era peluquero y músico aficionado, tocaba varios instrumentos como el mandolín, la guitarra y el piano. Fue él quien lo alentó musicalmente desde pequeño,  regalándole diversos instrumentos. Ya a los 10 años  estudiaba música junto a su padre.
Estudió también en el instituto Musical Odeón, con el maestro D´Agostino. Debutó en un trío infantil  cuando solo tenía 12 años. De manera profesional lo hizo cuando tenía 17 años en un cine de barrio tocando valses y fragmentos de óperas, Además era profesor de piano, esto refleja su precocidad en cuanto a la música. En 1922 se presentó por primera vez en radio. Cuatro años más tarde, en 1926, conoce a Homero Manzi con quién formara un equipo famoso por escribir numerosos temas en los años siguientes.  Hacia 1930 Rosita Quiroga le encargó a Homero Manzi que escribiera una milonga y éste le pidió a Piana que compusiera la música, para así poder escribir los versos. Fue ahí que compuso "Milonga del 900", pero a su gusto estaba muy bien, y en lugar dedarle la música a Manzi, se la dio a Gonzalez Castillo, quien era el que le  había puesto letra a su primer tango "Sobre el Pucho". Manzi insistía en la música para su milonga y así, en tan solo una hora,  Piana compuso "Milonga sentimental" que sería un gran éxito para la época y que ha sido interpretada por diversos cantantes aún en la actualidad. El final de la historia es más que irónico ya que "Milonga del 900" recién tuvo versos tres años después de haber sido compuesta por Piana, y fue Manzi quien se los escribió. Siguió componiendo milongas acompañadas por los versos de Manzi, como: "Pena Mulata", "Ropa Blanca" o la muy famosa "Negra María". Piana es, además, autor de "Milonga triste" (Letra: Homero Manzi.1937), "Milonga de los fortines", "Milonga de Juan Manuel", "Milonga de Puente Alsina" y también de un conjunto de temas en colaboración con el poeta León Benarós, como  "La Milonga de Arolas". La milonga por aquellos tiempos estaba relegada a tan sólo letra, fue Piana quien la renovó porque la música, según él, era lo fundamental. Piana fue también autor de temas que figuran entre los mejores tangos como "Silbando" (Letra: José González Castillo.1923), "Tinta Roja" (Letra: Cátulo Castillo.1941), "De barro", "El pescante" (Letra: Homero Manzi. 1934), "No aflojes" (Letra: Mario Battistella. Música en conjunto con Pedro Maffia. 1934), "El parque de artillería", "Son cosas del ayer", entre otros. Aún a los 90 años seguía componiendo y dando clases. Escribió alrededor de quinientos temas y fue pesidente de la Academia Porteña del Lunfardo. Murió el 17 de Julio de 1994.

indice

1942 
Se estrena en Buenos Aires la película "La guerra gaucha"; basada en la obra deLeopoldo Lugones; dirigida por Lucas Demarecon guión cinematográfico deUlyses Petit de Murat y Homero Manzi y con papeles protagónicos de Enrique Muiño, Francisco Petrone y Amelia Bence. 

Género: Histórico
Producción: Artistas Argentinos Asociados
Productor Asociado: Estudios San Miguel
Dirección: Lucas Demare
Asistencia de Dirección: Hugo Fregonese
Guión: Ulyses Petit de Murat / Homero Manzi, basado en los cuentos "Dianas", "Alerta", "Estreno", "Sorpresa", "Juramento", "Al rastro" y "Carga", del libro homónimo de Leopoldo Lugones.
Fotografía: Bob Roberts
Cámara: Humberto Peruzzi
Escenografía: Ralph Pappier
Vestuario: Sastrería Casa Machado
Música: Lucio Demare
Instrumentación: Juan Ehlert
Montaje: Carlos Rinaldi
Sonido: Jorge Di Lauro
Distribuidora: Panamericana
Duración original: 95 min.
Fecha y Sala de estreno: 20/11/1942, Ambassador
Intérpretes:
Enrique Muiño / Francisco Petrone / Angel Magaña / Sebastián Chiola / Amelia Bence / Ricardo Galache / Elvira Quiroga / Dora Ferreiro / René Mugica / Joaquín Pérez Bilbao / Ricardo Reynaldi / Raúl Merlo / José Prausse / Antonia Rojas / Leticia Scury / Laura Moreno / Jacinta Diana / Alberto Contreras (h) / Aquiles Guerrero / Francisco López / Lucas Demare / Carmen Giménez
Resumen argumental:
En la provincia de Salta, durante la Guerra de la Independencia, un teniente del ejército español - peruano de nacimiento - resulta herido por las tropas del General Martín de Güemes. Es atendido en la estancia de una patriota, quien persuasivamente le hará entender lo justo de la causa americana. Simultáneamente, los gauchos reciben ayuda del sacristán de una capilla, ubicada junto al asiento de las tropas realistas, quien finge lealtad al rey y con el tañido de la campana envía mensajes a los gauchos ocultos en los montes. Al ser descubierto, es atacado con violencia e incendiada su capilla. Ciego, sirve de guía sin proponérselo para que sus enemigos lleguen al campamento patriota. Los gauchos son aniquilados, pero el teniente peruano - sobreviviente del ataque - se alista en las tropas de Güemes, quien se prepara a dar batalla.
Premios:
- Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina: Mejor Film, Mejor Director, Mejor Adaptación (Ulyses Petit de Murat y Homero Manzi)
- Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina: Cóndor y Diploma en las categorías Film, Director, Adaptación (Ulyses Petit de Murat y Homero Manzi), Actor Principal (Francisco Petrone), Montaje, Sonido y Cámara
- Comisión Nacional de Cultura: Mejor Adaptación (Ulyses Petit de Murat y Homero Manzi)
- Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires: Primer Premio en los rubros Film, Director, Adaptación (Ulyses Petit de Murat y Homero Manzi), Actriz Principal (Amelia Bence), Actor Principal (Francisco Petrone), Fotografía, Música y Sonido
- Asociación de Cronistas Cinematográficos de La Habana (Cuba / 1948): Mejor Película Extranjera estrenada en Cuba en 1947

Leopoldo Lugones(Argentina)WEBMASTER: Justo S. Alarcón

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Lucas Demare

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Buenos Aires, 1910 - Buenos Aires, 1981
Director / Guionista / Actor / Montajista
Filmografía:
Montajista:

24 horas en libertad (1939)

Día del Químico 
El 26 de noviembre del año 1901 egresaEnrique Herrero Ducloux, primer Doctor en Química del país, estableciéndose por ello, años después, esa fecha como "Día del Químico" en la República Argentina, el mismo ocupó la presidencia del Consejo Profesional de Química en el primer período de vida de la institución. 

Ulyses Petit de Murat (1907-1983)

Nació en Buenos Aires, el 28 de enero de 1907. Hijo de Ulyses Petit de Murat  y de Fedra Regúnaga.  Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de San  Isidro e interrumpió sus estudios de abogacía para dedicarse a la literatura y al periodismo. En 1926 publicó sus primeros versos formales en  “Martín Fierro”. En 1929 publicó “Conmemoraciones” . En 1931 “Rostros”. Y en 1935 obtuvo con  “Las Islas”, hermoso libro de poemas , el Premio Municipal de Poesía. En 1937 publicó su colección de poemas “Marea de lágrimas”, cuyo tono elegíaco y perfección de formas, asentaron su prestigio de poeta.
Tradujo del inglés “Donde la cruz está hecha” de O’Neill en colaboración con Jorge Luis Borges, siendo autor, además, de la primera versión castellana de “El amante de Lady Chatterley”, la sensacional novela de D.H. Lawrence.
Después de colaborar asiduamente en   “La Nación”, “El Hogar”, “El sol” y las principales revistas de vanguardia, ingresó a “Crítica”.
Estuvo sucesivamente al frente de la página de música, luego dirigió junto con Jorge Luis Borges el suplemento literario de ese mismo diario, para hacerse finalmente cargo de la jefatura de cine, en la vacante dejada por el conocido director Arturo S. Mom, en el año 1932.
Fue el más prolífico guionista local y el benjamín del legendario grupo literario Martín Fierro, ese importante movimiento revolucionario de las letras, que integraban Macedonio Fernández, Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Eduardo Mallea y otras figuras destacada de la literatura argentina.
Ejerció la crítica fílmica antes de su debut como guionista en “Con el dedo en el gatillo”, escrito en colaboración con Raúl González Tuñón y  en esa obra maestra que resultó ser “Prisioneros de la Tierra”, dirigida por Mario Soffici  (1939), adaptación de cuatro cuentos de Horacio Quiroga, realizada en colaboración con un hijo de este, llamado Darío Quiroga, e interpretada por  Francisco Petrone. Luego vinieron los éxitos decisivos de “Todo un hombre”, “La guerra gaucha” y  “Su mejor alumno”, cuyos guiones realizó con  su gran amigo Homero Manzi.
Una enfermedad despiadada, la tuberculosis, lo arrancó de Buenos Aires y lo llevó a recluirse en un sanatorio de Ascochinga, provincia de Córdoba, en donde escribe su novela “El balcón hacia la muerte” por la que  obtuvo la más alta recompensa que otorgan las letras argentinas, en la forma de un Premio Nacional para el trienio 1942-43-44.
Entre 1951 y 1958 estuvo exiliado en México. Durante su estadía en ese país, escribió más de cuarenta guiones de películas para el cine mexicano, una para España y una para Brasil. También escribió dos novelas que se publicaron simultáneamente en Argentina y México y estrenó en la ciudad de México una versión de "Edipo Rey" de Sófocles.
Entre los cuarenta argumentos que escribió para el cine mexicano, se destacan:”Camelia” con María Félix y Jorge Mistral; “La entrega”, con Arturo de Córdova y Marga López y "Manicomio"  con un grupo de artistas jóvenes, que fue la primera película filmada sobre el Rock and Roll, aún antes que las de Elvis Presley de un enorme éxito de taquilla.
Tuvo, en radio Universidad, dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México, un espacio de una hora y quince minutos de duración, en el horario vespertino, dedicado a la difusión de la literatura argentina.
El 29 de mayo de 1958 el “International Institute of Arts and Letters”  de EEUU, lo incorporó como Miembro de dicha Institución, por sus méritos literarios.
Fue jurado en  Festivales de Cine Internacionales, tales como el decimoter festival Internacional de Cannes (1960), en el que compartió junto con George Simenon y Henry  Miller, el honor de ser jurado de las películas de largometraje, en el de Karlovy Vari en Checoslovaquia, en el de Moscú, etc. Fue también, dos veces Presidente del Gran Jurado del Festival Internacional de Mar del Plata.
En 1962 obtiene el premio Argentores y el del Fondo Nacional de las Artes para teatro, por su obra “Un espejo para la santa”.
En 1967 obtiene el Trofeo ARGENTORES a la mejor producción de cine por la cinecomedia “Al diablo con este cura”, protagonizada por Luis Sandrini.
En 1969 y mientras se encontraba recuperándose de un infarto, encabeza la lista ganadora en las elecciones de la SADE, convirtiéndose en su presidente. Ese mismo año obtiene junto con Mario Soffici, el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes, por su labor en la cinematografía nacional.
A partir de 1968 encara una serie de proyectos cinematográficos de gran envergadura, junto con Leopoldo Torre Nilson, que se plasman en las películas: “Martín Fierro” (1968), “El santo de la espada” (1970) y “Guemes”  (1971) protagonizadas por Alfredo Alcon.
En 1970 publica “Carta abierta a los jóvenes del año 2000”.
Fue también durante varios periodos, Secretario General de ARGENTORES, Presidente del Jurado de los premios KONEX y Jurado del exitoso programa televisivo “Odol pregunta”.
En 1979, es invitado por  la Radio y Televisión Española para un ciclo de reportajes a los más importantes escritores sudamericanos, junto a Borges, Mújica Lainez, Sábato, etc.
En 1980, era el guionista vivo con más guiones filmados, en el mundo.
Fallece el 19 de agosto de 1983, luego de un larguísimo viaje por Rusia y China, siendo presidente del Fondo Nacional de las Artes.
Fue considerado como “El poeta de los versos patéticos” por Jorge Luis Borges y de él dijo Gabriela Mistral: “Petit de Murat desnuda el hueso de la muerte”.
En una entrevista periodística siendo Presidente de la SADE, se define a sí mismo como poeta al afirmar que “el único y real goce creador lo obtengo al crear una línea de poema”.


 Homenaje |  Homero Manzi

Historia de un poeta cuya obra permanecerá para siempre en la esencia del Tango                                                             
 
Nació el 1° de Noviembre de 1907 en Añatuya, Santiago del Estero.
Su nombre completo era Homero Nicolás Manzione Prestera y fue el sexto de los ochos hijos del matrimonio formado por Luis Manzione y Angela Prestera.
Vivió en esta provincia hasta cumplir nueve años y luego fue enviado a Buenos Aires bajo la tutela de su hermano Luis. Ya demostraba grandes dotes de escritor.
A los catorce años interviene en los teatros del barrio inducido por la publicación de la revista Billiken; además había escrito los versos del vals "Por qué no me besas", con música de Francisco Caso.
A los 17 años comienza a interesarse en la política, abriendo un ateneo de la Union Cívica Radical.
La influencia que ejerce su hermano Luis, lo llevó a dedicarse a la literatura. Su acercamiento con el padre de su amigo Cátulo Castillo lo llevó a comprender loa sentimientos del suburbio.
A los 19 años ingresa a la Facultad de Derecho. Como docente dicta las cátedras de Castellano e Historia en los colegios Domingo F. Sarmiento y Mariano Moreno.
Político por vocación, el golpe de Estado del 6 de Septiembre de 1930 le trajo como consecuencia la destitución de sus cargos como profesor y la expulsión de la Facultad de Derecho.
Poeta por naturaleza, comenzó a escribir tangos, valses y milongas, y de a poco comienza a ser conocido dentro de los círculos relacionados con esa industria naciente. También comienzan su prolífica labor como guionista de cine y su actividad en radio.
En 1934 comienza a utilizar el seudónimo que lo acompañará a lo largo de toda su carrera: Homero Manzi.
Por esa misma época se produce su encuentro artístico con Sebastian Piana.
A este dúo tenemos que agradecerle la revalorización de la Milonga, cuya popularidad estaba decayendo, con títulos como: "Viejo Ciego", "Milonga sentimental", "Milonga del 900", "El Pescante" (con la que ganarían el 2° Premio en el concurso de tangos del teatro Sarmiento en 1934), "Milonga de Puente Alsina" y muchas otras. Con respecto a su incursión en la industria cinematográfica, podría decirse que sus películas fueron ganado madurez, hasta producir algunos de los títulos más laureados de la época que constituye la base del Cine Argentino. Como libretista y argumentista figura en veinte producciones de cine, a pesar de lo prematuro de su fallecimiento y los múltiples frentes en que desarrolla su tarea.
Su mejo logro fue la Fundación de Artistas Argentinos Asociados (AAA), junto a artistas como Enrique Muiño, Francisco Petrone, Angel Magaña, Sebastián Chiola y el productor García Smith.
En esa organización se realizó la mayor parte del cine de más alta calidad, que fue un legado para la cinematografía actual.
Durante toda su vida se dedicó a defender al autor, tanto de las productoras como de las editoriales, haciendo su propio camino en el propósito de afianzarse en lo nacional.
En el campo del periodismo profesional, funda la revista "Micrófono". Luego dirige de la revista "Radiolandia" hasta 1938, y el Noticiero Panamericano.
En 1948 ganó las elecciones para presidente de S.A.D.A.I.C., siendo reelegido en 1950 para el cargo que todavía ocupaba en el momento de su muerte.
Sus últimas obras fueron en colaboración con Anibal Troilo, entre las que mencionaremos: "Sur", "Discepolín" y "Che, bandoneón".
Víctima de cáncer, falleció el 3 de Mayo de 1951 cuando tenía sólo 44 años, dejando gran cantidad de piezas inéditas, listas para musicalizar ("Magdalena", "Canto viejo", "Reminiscencias" y "Elegía"); además de los poemas para su libro, y varios proyectos cinematográficos inconclusos.
Ricardo Espinosa Belén

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Enrique Muiño

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Buenos Aires, 1881 - Buenos Aires, 1956
Actor
Filmografía:
Cadetes de San Martín (1937)
Viento Norte (1937)
El viejo doctor (1938)
Alas de mi patria (1938)
El cabo Rivero (1938)
Así es la vida (1939)
Huella (1940)
El cura gaucho (1941)
La guerra gaucha (1942)
El viejo Hucha (1942)
Su mejor alumno (1944)
Donde mueren las palabras (1946)
Por ellos...todo (1948)
La calle grita (1948)
De hombre a hombre (1949)
De padre desconocido (1949)
Escuela de campeones (1950)
Los problemas de papá (1953)
Caballito criollo (1953)
El abuelo (1954)
Lo que le pasó a Reynoso (R) (1954)
Surcos en el mar (1955)
Adiós problemas (1955)

Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Academia
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Academia

ENRIQUE HERRERO DUCLOUX (1877- 1962)

Enrique Herrero Ducloux fue elegido Presidente de la Academia en 1945, sucediendo al Ing. Agustín Mercau. Se retiro en 1949, al terminar el segundo período de su mandato. Durante seis años (1927-1933) había sido su Vicepresidente y nuevamente designado en 1943.
Formaba parte del grupo de cinco Académicos Titulares que fueron nombrados por el Poder Ejecutivo Nacional el 19 de febrero de 1925, a propuesta de quienes integraban a la Academia en ese momento; porque cuando con fecha 13 del mismo mes se le otorgó la autonomía, el número reducido de sus miembros no permitía formar quórum.
Por esa razón solicitaron que fueran designados por el Gobierno de la Nación. La inclusión entre los propuestos del nombre de Enrique Herrero Ducloux no podía sorprender, porque su personalidad se había destacado visiblemente en el campo de la química. Había realizado una obra múltiple no sólo en el laboratorio, sino también como organizador y educador. Desde 1922 era Miembro Activo (Titular) de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba.
Nacido en España, en la provincia de Navarra, el 6 de enero de 1877, llegó a la Argentina de muy corta edad. Su familia se estableció en la ciudad de Santa Fe. Evidentemente tenía ansia de estudiar y de educar. Obtuvo el título de maestro, y en 1893, a los diez y seis años de edad, comenzó a enseñar en la Escuela Normal de Rosario. En 1896 reside en Buenos Aires y dicta clases en varias instituciones oficiales y privadas de nivel secundario.
En ese mismo año, la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas (actualmente Facultad de Ciencias Exactas y Naturales) de la Universidad de Buenos Aires creó, con un plan de cuatro años, la primer carrera que en el país conducía al título de Doctor en Química. Uno de sus principales propulsores fue el Ing. Manuel B. Bahía, quien integraba la Academia que dirigía la Facultad. Los estudios duraban cuatro años y terminaban con una tesis, obligatoria para recibir el título.
El primer curso se inició en 1897 y en él se inscribió Enrique Herrero Ducloux. En 1901 presenta su tesis "Contribución al estudio de la Pata del Monte (Ximenia americana L.)", que aprobada el 26 de noviembre de dicho año, lo constituye en el primer egresado de la carrera. Su padrino de tesis es el Dr. Atanasio Quiroga, Académico y Profesor Titular de Química Analítica relativa a materiales de construcción, y está dedicada al Dr. Francisco Bosque y Reyes, Profesor Titular de Química Orgánica y Sustituto de Química Analítica y Aplicada; y al Ing. Francisco Biraben.
Eligió un tema que continuaba la tradición de quienes, interesados por los estudios químicos en la Argentina en el siglo anterior, concentraron buena parte de sus esfuerzos en el estudio de sus plantas, sobre todo Domingo Parodi y Pedro N. Arata, ambos Académicos Titulares de las Academias que precedieron la actual Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Puede igualmente haber influido en la elección, la circunstancia que desde 1899 trabajó en Los Laboratorios del Ministerio de Agricultura de la Nación, de los cuales fue Segundo Jefe en los años 1905-1906. El estudio es fundamentalmente analítico y él mismo lo dice en la introducción: "el carácter posible de la química en nuestro país, por muchos años todavía, es esencialmente práctico y utilitario. La Química Analítica y la Industrial son las dos ramas que mayor desarrollo han adquirido en tan corto plazo, las que merecen mayor interés de quien se preocupe por el progreso de la Nación…"
Por otra parte el plan de estudios fomentaba la química analítica. Constaba de diez y nueve materias, nueve de las cuales estaban relacionadas con la química, cuatro eran de carácter práctico (trabajos de laboratorio) y cinco basadas en clases magistrales, comprendían un curso de Complementos de Química y otro de Química Orgánica y tres cursos de Química Analítica y Aplicada.
Al aprobar su tesis, Enrique Herrero Ducloux obtuvo el primer diploma de Doctor en Química acordado en la Argentina y con su flamante título comenzó una carrera que lo llevó a situaciones destacadas. Era un trabajador infatigable, como lo muestra su curriculum. Sus conocimientos generales, unidos a una palabra fácil, que hacía a sus exposiciones claras y amenas, lo conducen rápidamente a la Cátedra Universitaria, a los cursos especiales y a las tribunas de conferencias, lo cual no le impide continuar sus trabajos de laboratorio.
En la Facultad de donde egresó, fue designado Profesor Suplente en 1902 y Profesor Titular en 1906. Muestra rápidamente su versatilidad dictando cursos especiales. Vale la pena destacar el Curso Superior de Química para profesores de enseñanza Secundaria y Normal (1904), que junto con otros similares fueron la base del Instituto del Profesorado creado ese mismo año por el Ministro Dr. Juan R. Fernández, y el que dicta en 1905, sobre Correlación de las Ciencias Naturales. Este último curso, cuya conferencia preliminar fue publicada en la Revista de Derecho, Historia y Letras, tuvo una numerosa y heterogénea concurrencia, desde profesores hasta alumnos, algunos de los cuales se interesaban profesionalmente en las materias humanísticas y no en las científicas.
Poco después se le reconoce su capacidad de organizador. Cuando Joaquín V. González establece con carácter Nacional la Universidad de La Plata, lo invita a organizar en el Instituto del Museo, que era sede de la Facultad de Ciencias Naturales, una Escuela de Química y Farmacia. Herrero Ducloux acepta el ofrecimiento y es retenido definitivamente por la ciudad, donde forma su hogar con María Luisa Fonrouge, que lo acompaña toda su vida.
En la nueva Universidad realiza una labor permanente y una carrera brillante. Por su empeño, la Escuela se transforma luego en la Facultad de Química y Farmacia (1909), la primera institución en el país destinada solamente a la enseñanza de esas dos carreras estrechamente vinculadas.
En 1906 es designado Profesor Titular en la Escuela de Química y Farmacia y ocupa también el cargo de Vice Director del Instituto del Museo. Continúa como Profesor en la Facultad que sucede a la Escuela, y es elegido su primer Decano por el voto unánime de los profesores. Es también Profesor Titular de la Facultad de Agronomía y Vicepresidente de la Universidad Nacional de La Plata (1913-1916). Pero no olvida a su alma mater y continúa como Profesor de Química Analítica en la Universidad de Buenos Aires.
Cuando en 1927 se retiró de sus funciones docentes para acogerse a la jubilación, las dos Universidades lo designaron Profesor Honorario, y la Asociación Química Argentina lo nombró Socio Honorario. Firmado por el Dr. Abel Sánchez Díaz, quien siempre señaló que se consideraba uno de sus discípulos de la primera hora, apareció en los Anales de la misma un estudio bibliográfico y una lista de actividades desarrolladas por Herrero Ducloux esa la fecha.
Cuando con motivo de esa designación y siguiendo la tradición de la época, se le ofreció un banquete para celebrarla, Herrero Ducloux tuvo un gesto que merece destacarse. En carta dirigida al entonces Presidente de la Asociación Química Argentina, el Dr. Raúl Wernicke, le sugirió que no se gastara dinero en el mismo, sino que se creara un fondo que fuera la base de un Premio que recordara el nombre del Prof. Dr. Juan J. J. Kyle, por quien sentía gran estima, profesor de muchas generaciones de Químicos y que había sido Miembro Honorario de esta Academia.
La Asociación aceptó la idea, pero creo dos Premios, uno el Juan J. J. Kyle como proponía Herrero Ducloux, que se otorga cada cuatro años a quien por sus trabajos en química pura o aplicada hubiera contribuido al progreso de la misma. Y el otro, con el nombre de Enrique Herrero Ducloux, que desde 1931 se otorga cada dos años mejor trabajo, incluso tesis, efectuado por alumnos de escuelas universitarias de química del país.
Paralelamente a su obra como organizador y Profesor, Herrero Ducloux realizó simultáneamente una labor de estudio y de laboratorio que se revela en un buen número de publicaciones. Tomada en conjunto, su principal dedicación se encuentra en el campo de la Química Analítica, rumbo que le fijaron sus primeros trabajos y su tesis. Es interesante la continuidad de sus estudios químicos sobre las plantas argentinas, iniciados con la misma. Una buena parte están concentrados en la familia de las cactáceas, en varias de cuyas especies señala la presencia de alcaloides, información que ha sido utilizada por otros estudiosos como punto de partida para nuevas investigaciones.
Otro tema que inicio, como él mismo lo dice, por su vinculación con los Museos de Buenos Aires y La Plata, fue la serie de estudios sobre los meteoritos argentinos. Comienzan en 1908; realiza numerosos análisis que le permiten señalar errores de muestras calificadas como de origen meteórico y que no lo son y clasificar a los restantes, de acuerdo con su composición.
Muestra una especial preferencia por el meteorito conocido como "El Toba", cuyos análisis indican que pertenece al grupo del Campo del Cielo, y en él encuentra iridio, rutenio y osmio, los dos últimos metales, por vez primera en un meteorito.
El otro grupo de trabajos analíticos importantes son sus estudios sobre aguas y en particular de las aguas termales. Desde 1903, cuando con el Ing. Pablo Lavenir estudia las termas de Copahue, efectúa una serie de estudios que culminan con su importante participación en las publicaciones efectuadas por la Comisión Nacional de Climatología y Aguas Minerales, designada en 1933 (Ley 11.621) por el Poder Ejecutivo Nacional, de la cual forma parte junto con médicos, geólogos, físicos y meteorólogos (11 volúmenes, 1936-1948).
Trabaja también en otros temas; en el campo de la bromatología, en problemas de orden toxicológico y legal, en el estudio de minerales de diverso origen, etc. En algunos casos, al igual de lo ocurrido con los estudios sobre aguas minerales, reúne sus clases o sus experiencias en una publicación especial, como ocurre con las Notas Microquímicas sobre el "doping" y Datos químicos sobre gases de guerra y sustancias auxiliares.
No nos debe extrañar que integrara otras Comisiones o que a menudo se le pidiera su colaboración. Además de la ya mencionada sobre Aguas Minerales, en 1932 integra junto con otros distinguidos colegas una Comisión encargada por la Intendencia de la Municipalidad de Buenos Aires para redactar un Codex Alimentarius; el mismo año preside la Comisión Nacional de Desnaturalizantes; es Consejero Técnico Honorario del Ministerio de Hacienda de la Nación (1931); Presidente del Instituto Técnico de Investigaciones Criminales de la Provincia de Buenos Aires (1934); Miembro de la Comisión Nacional de Altura (1937); Delegado del Ministerio del Interior en la Comisión para el estudio de recurso naturales (1943), etc.
Paralelamente a la obra mencionada Enrique Herrero Ducloux ha dejado otra de valor sobre el desarrollo de la química en la Argentina, de la cual había sido en buena parte testigo y participante. Las dos publicaciones principales abarcan los años 1810-1910 la primera, y de 1872 a 1922 la segunda. Son también fuentes primarias de documentación, sus escritos sobre la iniciación y el desarrollo de la química en la Universidad Nacional de La Plata.
Debemos a su dedicación la biografía de algunos estudiosos por quienes sentía respeto y amistad: Juan José Kyle, Pedro N. Arata, Miguel Puiggari, R. P. Eduardo Vitoria, Enrique J. Poussart, Joaquín V. González, Félix Aguilar, Angel Gallardo, figuran entre aquellos sobre quienes escribió páginas recordatorias.
Y aquí debe sumarse su obra literaria, la cual utiliza en algunos casos como fuente de divulgación de las ciencias. En 1913, con el nombre de El fermento de Thanaton, edita en Barcelona un libro que describe las teorías y las aplicaciones de la catálisis; una colección de ensayos ve la luz en Buenos Aires con el título de Las opiniones del Profesor Skrupelmann (1925), y más tarde da a conocer otra serie titulada El amigo de Job (Buenos Aires, 1933), para citar sólo algunas de las publicaciones de este género que llevan su firma. Sus colegas lo eligieron como figura señera en más de una oportunidad. Cuando en 1912 se funda la Sociedad Química Argentina (después Asociación Química Argentina) Enrique Herrero Ducloux es elegido su primer Presidente y es también el primer Director de los Anales que aparecen poco después. Preside el Primer Congreso Sudamericano de Química (1924), es elegido Presidente del Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos aires (1945), etc.
Paralelamente vienen los reconocimientos académicos: Académico honorario de la Universidad de San Marcos de Lima. Correspondiente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, de la Academia Internacional de Toulose, de la Real Academia de Ciencias y Artes de Cádiz, Socio Honorario de la Sociedad Mexicana de Geografía y de la Sociedad Científica "Antonio Alzate" de México, Socio Honorario de la Sociedad Brasileña de Química, Miembro Correspondiente de la Sociedad Química del Perú, etc. En 1937, el Museo de La Plata le otorgó el Premio Francisco P. Moreno, como un reconocimiento a su labor.
En 1951, dos años después que se retirara de la Presidencia de la Academia, Enrique Herrero Ducloux cumplía las bodas de oro de su doctorado. Se le tributó entonces un homenaje al que no pudo renunciar. Fue organizado por una Comisión presidida por el Dr. Abel Sánchez Díaz, actuando como secretario el Dr. Pedro A. Berdoy.
Adhirieron al mismo instituciones oficiales y privadas, casas de altos estudios, academias, colegas, discípulos y amigos y se llevó a cabo en el salón Florentino Ameghino de la Sociedad Científica Argentina, el 26 de Noviembre, el mismo día en que cincuenta años antes había rendido examen de tesis. Se entregaron al Dr. Herrero Ducloux un pergamino y otros obsequios, recordatorios del mismo.
Posteriormente la Comisión, con el título Enrique Herrero DuclouxEl Químico. El Pensador. El Maestro, realizó una publicación ilustrada, que contenía la bio-bibliografía del homenajeado y su ensayo sobre El amigo de Job, los discursos pronunciados en el acto, algunas anécdotas, opiniones de personalidades, lista de adherentes, etc.
Enrique Herrero Ducloux falleció en la Plata, junto a su familia, el 23 de julio de 1962, a los 85 años de edad, término de una enfermedad prolongada que lo había obligado a retirarse de sus actividades. La academia le tributó el 27 de junio de 1963 un homenaje, donde después de breves palabras de su Presidente Dr. Abel Sánchez Díaz, el Dr. Pedro Cattáneo leyó una sentida y expresiva biografía por el ex Presidente de la Academia el Dr. Alfredo Sardelli, quien no pudo hacerlo personalmente por estar enfermo.
Enrique Herrero Ducloux no olvidó nunca a la Academia que lo había acogido en 1925 y tampoco la olvidaron los suyos. En 1964, la señora María Luisa Fonrouge de Herrero Ducloux en su nombre y en el de sus hijos Enrique, Kelvin, Abel y Solita Herrero Ducloux de Estivariz, hicieron donación a la misma de una suma de dinero, para crear un premio u otra forma de recompensa, que sirva de estímulo a quienes cultiven las ramas científicas vinculadas con la química en que su esposo y padre trabajara.
Así lo ha hecho la Academia desde 1965 y constituye un motivo de recordación de un distinguido químico que fuera su Presidente, y que abrió caminos a la química argentina en beneficio de las futuras generaciones de estudiosos, que hoy forman una legión que trabaja para beneficio de la República.
Agradezco a la señora Solita Herrero Ducloux de Estivariz la información y documentos que me ha facilitado para la redacción de esta biografía.
Dr. Venancio Deulofeu

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